lunes, 21 de noviembre de 2011

Dueño responsable/Dueño irresponsable

Soy amante de los perros por lo que no podría dejar pasar el tema de ser un dueño responsable. El tener una mascota nos puede dar muchísimas alegrías y enseñanzas. Si viviéramos con la filosofía animal estaríamos menos estresados, irritados o enojados entre nosotros.

Y es que tener una mascota no es cuestión de moda, ni de capricho. El tener una mascota conlleva la responsabilidad de cuidarla y procurarla igual que un niño (y además por muchos años más). Y no me refiero a vestirlo con trajecitos ridículos en plena primavera bajo un sol de treinta y tantos grados, que más que consentir parecería que torturan al perro (que ya cuenta con una buena capa de pelo) al ponerle esa sudaderita de marca.

El cuidar a un animal como un niño me refiero a que depende de ti. Lo tienes que alimentar, bañar, jugar con el, sacar a pasear, llevarlo al "baño", etc.
 
A veces olvidamos que todos somos animales, y si, estoy de acuerdo que tengamos mayor racionalidad y capacidad intelectual (bueno, no todos) lo cual nos ha dado esa falsa conciencia de que el mundo nos pertenece.

Desde mi punto de vista el tener un perro, gato, hamster (dícese, animales domésticos) nos enseña un poco sobre la naturaleza que hemos perdido, un animal nos puede acercar a lo fundamental y sencillo de la vida. Tener una mascota en estos tiempos es un verdadero privilegio.

Es por eso que me molesta encontrar a tanto dueño irresponsable. Desde el que no recoge la heces de su mascota en la calle, hasta el que tiene a su perro en la azotea asoleándose y sin contacto alguno.

En vez de tratar con dignidad a un animal, el dueño irresponsable lo trata como un mero objeto del que rara vez se acuerda. Lo importante para mi es considerar a mi mascota en todo momento, es un ser vivo que tiene necesidades y sentimientos que debo de considerar. Y si eres alguien egoísta o muy ocupado como para no procurar a un animal de esta forma, lo mejor es que no tengas uno.

La responsabilidad de tener una mascota va en dos sentidos:
1) Hacia los cuidados y consideraciones que le das a tu mascota (sin intermediarios) tan simples como tu compañía.
2) Hacia la sociedad, tener un perro entrenado que no moleste a las demás personas (en tu casa o en la calle), recoger sus heces y tener la higiene adecuada para no afectar tu salud ni la de otros.

Entiendo el enojo de terceras personas que se ven afectadas por un animal que no les pertenece, pero la culpa no es del animal si no del dueño irresponsable. No se enojen con el animal de cuatro patas, !sino con el de dos!

Lamentablemente los animales no escogen a sus dueños, tampoco pueden salirse de su casa por que no los atienden bien. Por lo que no nos queda más que ser los seres inteligentes, como nos hemos auto-denominado, y tomar las riendas de la situación pues nuestra cultura cívica con respecto a los animales es pobre y no le damos la importancia que merece.

Ya saben lo que decía Mahatma Gandhi: "La grandeza de una nación y su progreso moral pueden medirse por el trato que reciben sus animales"

Creo que cualquier animal con un dueño irresponsable le diría: ¡No me ayudes compadre!






miércoles, 9 de noviembre de 2011

Una basurita: Que tanto es tantito.

Cada día nuestro querido Distrito Federal arroja a sus basureros aproximadamente 16 mil toneladas de basura. ¿Es mucho no?. Con esta cifra solo quiero dar referencia a la cantidad de basura que nosotros, sus fieles ciudadanos generamos día a día tras el consumo de diversos productos.

Ahora, hablemos de la basura que no llega a su destino. Si, esa basurita que tiramos en la calle. Es impresionante ver la cantidad de basura que hay tirada en las calles, parques, jardineras, etc.

Que me dicen de aquellos que creen que los recovecos de esta ciudad están destinados a ser basureros. He visto desde vasos y envolturas metidas meticulosamente en rejas o en el espacio entre edificios, hasta platos con restos de comida que dejan de manera estratégica en los teléfonos públicos. Ya no hablemos de lotes baldíos.

Seamos conscientes que nadie más va recoger la basura que tiremos en la calle. En serio creen que la persona que llegue a ese teléfono va a decir: “Ay mira, dejaron un plato con comida desde hace días, Yo, que no conozco de donde viene y que no se cuantos días lleva ahí me lo voy a llevar a mi casa para tirarlo como es debido”. No creo que pase.

Es una realidad que rara vez, sino es que nunca recogemos basura ajena. Me molesta la actitud de las personas que creen que alguien recogerá la basura que ellos tiran, es como el niño que tira su ropa sucia en medio de la casa esperando a que su mamá la levante.

Seamos responsables.
Y ya se que algunos pensarán que es obligación de los recogedores de basura, pero no, su función es ir a las casas a recoger la basura debidamente clasificada para luego llevarla a los enormes basureros (donde por cierto ya no cabe ni un lápiz).

¿Alguna vez has pensado el tiempo que tarda la basura en descomponerse?
¿Y luego que lo haga en un lugar inadecuado?

Seguramente ubicas las cajas de conexión de Telmex que están en distintas zonas de la ciudad. Me asombra que cada que paso por alguna de ellas hay basura metida y “escondida”. ¿Por qué nos esforzamos en crear basureros que no lo son?. Imagino que son personas que cuando barren en su casa esconden la basura debajo del tapete.

Cada persona genera al menos un kilo de basura al día, al parecer el papel es el que tarda menor tiempo en desintegrarse (de meses a un año) ya no hablemos del plástico, unicel, aluminio, etc.

Todos nosotros tenemos rutinas y pasamos por los mismos lugares una y otra vez. Cuidemos los caminos que recorremos no tirando basura. Imagina tirar intencionalmente un papel y verlo ahí tirado todos los días por un año. Pero eso si, luego nos quejamos de las inundaciones y las coladeras tapadas.

Un tema que no puedo dejar pasar son las colillas de cigarro: ¿Que les hace pensar a la gente que no son basura? Mientras sea un desecho y ocupe un lugar en el espacio: ¡es basura! Mientras no se convierta en una mariposa y vuele por los aires: ¡es basura!

Dicho claramente: tirar una colilla al piso después de haber fumado un cigarro (que como bien sabemos es causa de cáncer y contamina el ambiente) es como tirar un vaso, una envoltura de comida, etc.

Quiero ahondar más en tema porque parece ser que el tirar colillas en la calle es “menos mal” visto que tirar cualquier otro objeto.


-En México se consumen 250 000 000 de cajetillas al año, 50 000 000 000 de colillas son desechadas y la mayoría acaban en el suelo, una colilla tarda 10 años en degradarse.-[1]

Situación extrema: En una ocasión me tocó ver en la calle de mi casa como una persona desde su camioneta tiraba una envoltura por la ventanilla, así sin más, directo a la calle. Acto seguido entró a un zaguán justo a unos metros de donde había tirado la basura. Me resultó inaudito ver que aún siendo la colonia, la calle donde vivía y a escasos segundos de llegar a su hogar fuera tan cínico de tirar la basura! Ocurre, créanme que ocurre.

De igual forma hay personas que por no dar unos cuantos pesos a los recolectores de basura tienen bolsas y bolsas de basura justo afuera de su casa por semanas. Esperando a que el hada de la basura pase con su varita mágica y la desintegre. Claro que mientras esto ocurre (por que es más ocupada que Santa Claus) las bolsas llegan a la calle, los carros las destrozan a su paso, perros y/o gatos callejeros las abren en busca de comida.

Ojalá la basura regresará a la persona que la tira pegándole en la cara. A fin de cuentas es lo que le hacen a nuestro planeta cada vez que tiran basura. Este planeta es casa de todos, hay que mantenerlo limpio!

Consejo: Pon la basura en su lugar y su lugar es un basurero. De manera temporal puedes crear un basurero con una bolsa de plástico que puedes traer en tu carro o en tu mochila. Llegas a tu casa y tiras la basura. Fácil, sencillo y exageradamente lógico.

Daré una solución a las colillas de igual forma ya que muchas veces no se puede concebir otra forma de deshacerse de una colilla más que tirándola al piso y pisándola. No dama/caballero, en estos tiempos modernos existen unos prácticos ceniceros portátiles, son herméticos por lo que no se preocupe por que la ceniza y el desagradable olor se le quede impregnado. En este capitulo no hablaré acerca de porque dejar el cigarro, solamente de dejarlo en el lugar adecuado. Acá dejo unas imágenes para que vean que si existen.

Seamos humildes
y si se nos cae algo de basura en la calle regresemos a recogerla. La gente en la calle es muy orgullosa y parece que tiene grabado en la frente: la chancla que yo tiro no la vuelvo a levantar!. Dejemos eso para los amores pasados.

lunes, 7 de noviembre de 2011

El tope

El tope, ese invento del hombre blanco que tiene como fin en la vida detener por unos segundos a los automóviles, motos, bicis...

No puedo negar que muchos de ellos son prácticamente montañas que dañan la suspensión de los carros (sobre todo de aquellos fabulosos carros achaparrados llamados deportivos) o que fueron creados por los mismo vecinos y no cumplen con la forma y medidas estándares, o que dentro del tope hay un bache (tema para otra ocasión). 

Sin embargo cada tope llegó a este mundo con una misión en la vida: hacer bajar la velocidad de quien transite por esa calle (ya sea carro, moto o bici), para que los peatones puedan cruzar. Si dama/caballero, esta y cualquier CIUDAD está formada por sus habitantes que son personas con extremidades superiores e inferiores que tienen la libertad de transitar a pie por los espacio públicos (o al menos así debería de ser).

Seamos conscientes que todos somos peatones en algún momento del día, el ser ciclista, motociclista o automovilista no es más que el mismo peatón conduciendo algún medio de transporte ¿de acuerdo? 

Lo cierto es que esa línea convexa que vemos en la calle, rara vez significa hacer un alto en nuestra vida. No somos conscientes de su función, lo sentimos como un bulto o estorbo, hasta nos molestamos que haya tanto maldito tope en la ciudad. 

Pero ¿alguna vez has pensado que es el efecto a una causa?
El tope no existiría si fuéramos conscientes que en esa selva de concreto habitan seres vivos como nosotros que tienen la necesidad de desplazarse de un lugar a otro como nosotros. Lamentablemente el controlar un vehículo (cuyo fin es transportarnos de manera veloz) nos da un poder inimaginable, la sensación de cruzar calles sin siquiera ver que un peatón va a cruzar. 
Y esto no es lo peor, la solución (hablamos del tope, el tope NO es el problema) se ha convertido en un instrumento de los conductores, usándola de rampa propulsora con el fin rebasar al otro o no dejar pasar al peatón. 


Seguro has estado en esta situación: Eres un peatón intentando llegar a tu destino, debes cruzar una calle transitada pero que no cuenta con semáforo. A veces te encuentras con un samaritano conductor que te cede el paso. 
Hoy no es tu día, más de 10 autos y nadie se detiene, afortunadamente alcanzas a ver un tope que será tu aliado, te aproximas a él, es vital la distancia a la que te coloques para tener tiempo de cruzar entre carro y carro y que no te atropellen. 
El tope te ayudará a detener algún auto (de los que no lo ocupen como rampa claro) por algunos nano-segundos y así podrás aventarte cual kamikaze para cruzar la calle, al conductor no le quedará más que frenar sobre todo si a ti se unen más peatones.

Consejo: Ponte en los zapatos del peatón, cada que veas un tope seguro hay una escuela cerca o es un cruce complicado y hay personas que quieren cruzar. Cede el paso, la mayoría de los peatones te lo agradecerá con una sonrisa. Además si cruzas con calma un tope igual y le haces un favor a la suspensión de tu carro. En cuanto a ciclistas y motociclistas siéntanse con la responsabilidad de un automovilista y tomen las mismas precauciones con los peatones. 


P.D. El tope es un indicador de alto, pero si no lo hay de igual forma es bueno detenerse en los cruces. En otro capitulo hablaré acerca del cruce peatonal aún sin tope (si, si, también sucede que los peatones intentan cruzar en donde no hay tope!)

De que se trata...

¿Cuantas veces nos detenemos a pensar en la persona que va a nuestro lado en el metrobus? ¿Cuantas veces cedemos el paso a un peatón mientras manejamos? ¿Cuantas veces mejoramos nuestro mundo pensando que también es el mundo de los demás?

Vivimos una vida tan acelerada que rara vez pensamos en alguien más, sobre todo si no es alguien de nuestra familia, amigo o conocido. Tenemos una terrible conciencia cívica, no consideramos a las demás personas, ni a los animales, ni a la naturaleza.

Me quejo de lo que todos nos deberíamos de quejar, este blog hablará acerca de situaciones comunes que vivimos día a día, señalando lo mal que nos comportamos con el mundo que nos rodea. 

Consciente o inconscientemente nos comportamos de manera egoísta, sin pensar que nuestros actos la mayoría del tiempo afectan al de junto y por lo tanto nos afectan a nosotros mismos.
Rara vez comprendemos que una sociedad es como una hilera de fichas de dominó y que si uno de nosotros se mueve, los demás lo haremos. Para bien o para mal todos formamos parte de una civilización establecida. ¿Porque no comportarnos de la mejor manera? 

A fin de cuentas Tu mundo, es Mi mundo.